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Cocina y conventos en Yucatán
El Museo Nacional de los Pueblos Mágicos está en Calvillo y rinde homenaje a las 132 poblaciones reconocidas en México por su riqueza y diversidad de historias, arquitecturas, oficios y cocinas. Son un motivo de orgullo e identidad nacional.
Calvillo huele a guayabas desde que lo nombras. Es la capital universal de este fruto que cultivan y transforman de mil suculentas maneras. Es también un buen lugar para probar las chascas, conocidos como esquites, troles o trolelotes, e incluso coctel de elote o elote en vaso según la región del país donde los pidas. Mi primera visita fue al Museo Nacional de Pueblos Mágicos donde me recibió su director, José Rodríguez. Es un sitio para sentirse orgullosos y descubrir nuestro patrimonio cultural, artesanal y gastronómico, comentó caminando por la salas del recinto inaugurado en el 2019 para ofrecer un punto de referencia y fomentar el turismo nacional. Hablamos sobre la complejidad para gestionar y recolectar las piezas representativas de cada pueblo. Cada una tiene su historia y su identidad, son un homenaje y una invitación para que visiten su pueblo de origen. Admiro su pasión y perseverancia, espero siga recibiendo el apoyo de todos los representantes de los pueblos elegidos, ya que juntos podemos lograr un mejor futuro a través de la actividad turística. No cabe duda de que solo en Aguascalientes podía concretarse esta iniciativa, ya que es tierra de la gente buena.
Después me encaminé a las instalaciones de Frutland. Ana Lucía Landeros me mostró los plantíos del árbol de guayaba (Psidium) que brinda sombra, medicina y alimento. Fuimos al sitio donde confeccionan sus empanadas rellenas con jalea de guayaba, ates, cachitos con chile, rollos de cajeta y las copitas de nuez, que, imagino, es lo que comen los ángeles en el cielo. Luego comprar mi peso en guayabas fuimos por unos tacos de tripa al restaurante Rosa Mexicano y quise echar raíces en su terraza. Al atardecer caminé por el centro histórico, comí una nieve de guayaba con mermelada de guayaba y unos chamucos, una galleta con canela que te hace muy feliz, si la acompañas con el rico ambiente de la plaza principal.