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Cocina y conventos en Yucatán
Quetzalcóatl fue el dios de la vida, la fertilidad y de todo lo relacionado con la civilización y el conocimiento. Su historia es maravillosa y pocos saben que comienza en un pequeño poblado en las montañas del territorio que hoy es Morelos.
Una muralla de montañas revestidas con helechos, plantas medicinales y amates (Ficus insipida) rodea Amatlán, que significa lugar de los amates, pues en la época precolombina ahí elaboraban papel para códices y decoración de templos. De este pueblo me atraen sus anécdotas y la tradición de sus yerberos. Fue refugio de Zapata, quien recibió curación física y mental en un temazcal. Amatlán fue abandonado medio siglo pero han vuelto los guardianes de sus sitios sagrados, como Hortensia Ramírez, presidenta del Comité Cultural de Amatlán de Quetzalcóatl. Son bienvenidas las personas que respeten nuestras tradiciones, me dijo al emprender una caminata de poder a las Pozas de Quetzalcóatl, que se realiza en silencio, después de pedir permiso a los guardianes visibles e invisibles. Comimos mole con tamales en casa de Lucio Pérez Villalba, bebimos licor de naranja y Lucio comentó: aquí nació Ce Ácatl el 13 de mayo del 895 d.C.. En la mitología mexica sus padres son el dios de la guerra, Mixcóatl, y la diosa de la fertilidad, Chimalma. Antes de ser deificado fue hijo de un guerrero chichimeca y una mujer del Altiplano.
Al amanecer fuimos a Xochicalco, epicentro del conocimiento prehispánico en Mesoamérica. Ce Ácatl Topiltzin llegó a los 13 años y fue alumno distinguido como un Quetzálcóatl. Hoy, esa mítica escuela es patrimonio de la humanidad. Su apogeo fue entre la decadencia de Teotihuacán y el surgimiento de Tula, capital de los toltecas y la ciudad más importante del siglo X, cuyo primer rey fue Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl. Un día bebió pulque con Tezcatlipoca quien, al darle su espejo, le dijo ximiximati o conócete a ti mismo. Tras la experiencia Quetzalcóatl abdicó, se fue a recorrer Mesoamérica glorificando ciudades y centros ceremoniales, y a los 52 años se subió a una barca de serpientes para navegar al este, convirtiéndose en la estrella de la mañana que prometió regresar.